martes, 26 de enero de 2010

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- Zacky, ¿qué es el dolor?

Zacky levantó la vista de la guitarra que estaba arreglando.

- ¿El dolor? – repitió, algo aturdido por la pregunta

El robot asintió lentamente, esperando pacientemente la respuesta de su compañero humano.

- El dolor… - comenzó a musitar, pensativo, mientras terminaba de anudar con algo de dificultad la última cuerda en el clavijero de la guitarra – es algo difícil de explicar, y más a alguien que no puede sentirlo

Empezó a darle vueltas a una de las clavijas hasta dejar la cuerda recién colocada tensa como las demás.

- No sabría decirte exactamente como es el dolor, Synyster… es muy complicado definir una sensación con palabras que no impliquen haberlo sentido alguna vez

El moreno siguió de pie delante de él, observando cómo cuidadosamente Zacky colocaba la guitarra en su regazo e iba tensando las cuerdas con las clavijas para comenzar a afinarla.

- Al menos puedes intentarlo – insistió

El oji verde dejó soltar un suspiro, apoyó su codo izquierdo en la mesa para apoyar la barbilla en la palma de su mano y mirar al otro con interés, pensando alguna forma de explicar aquella sensación que le cuestionaba el curioso robot mientras observaba la finas y casi imperceptibles líneas que atravesaban su cara, que empezaban en los rabillos de los ojos y acababan en los laterales de su boca.

- ¿Has visto algo en la tele acerca del dolor?

Synyster se encogió de hombros.

- Cuando hablan de dolor solo veo heridas y sangre, muchas veces a gente llorando, otras a gente muerta…
- Verás, Synyster, hay muchos tipos de dolor… - empezó a explicar mientras observaba de nuevo las cuerdas de su guitarra – uno de ellos es el dolor físico, que suele sentirse cuando te haces una herida, te dan un golpe, o te duele algo. Ese dolor se manifiesta a través de las heridas… o quemaduras, o rasguños. Muchas veces sale sangre, pero otras no, cuando te golpean o te das tú mismo sin querer contra algo notas como si esa parte de tu piel, tu músculo, se contrajera, y sientes como unas punzadas que lo paralizan por completo.

>> Hay veces que acompañado del dolor llega el llanto, o los quejidos, o los gritos. En el dolor físico suele darse bastante. La sensación de escozor de una herida o de los pinchazos que contraen el músculo que te golpeaste desencadena una serie de reacciones en tu cuerpo que hacen que termines llorando de dolor. Es como… si intentaras canalizar ese dolor de alguna manera, como si intentaras que salga de tu cuerpo.

El robot se quedó pensativo por unos instantes, absorto en sí mismo, procesando la explicación que acababa de recibir.

- Pero, yo he visto a gente llorando de dolor, y no tienen ninguna herida
- Bueno… ése es el otro tipo de dolor.

>> Ése dolor se llama el dolor interno, va muchísimo más ligado a los sentimientos, al corazón. Ese dolor no es visible, no se manifiesta por heridas ni por sangre, se queda en el interior de cada uno y puedes llegar a sentir una sensación de ahogo que no te permite hablar, ni respirar. A veces la sensación de dolor es tan grande que los pinchazos se trasladan al estómago, cerrándolo completamente, tus entrañas se encogen y tu corazón parece que en un momento a otro va a parar de latir…

Zacky paró un momento para respirar y proseguir con su explicación.

- El dolor interno ocurre cuando, por ejemplo, un ser muy querido muere en un accidente, o cuando la persona con la que habías vivido y compartido todo a su lado te abandona.

Synyster seguía pensativo, escuchando atentamente. Zacky colocó la guitarra encima de la mesa y se levantó suspirando. Se dirigió hacia la encimera sin cruzar la mirada con el otro, cogiendo un pequeño cuchillo de cocina para después ponerse delante de él.

- Esto, es un dolor físico – decía Zacky mientras, con decisión, se hacía un pequeño corte en la yema del dedo anular utilizando el cuchillo

El robot quiso que parara cuando vio la mueca que se había dibujado en su rostro.

- ¿Ves?, eso me ha dolido

Mientras una pequeña y solitaria gota de sangre salía de la herida, Synyster observaba como resbalaba por la línea abierta del dedo, frunciendo el ceño. Zacky se llevó el dedo cortado a los labios, para limpiarse la sangre con la lengua y se dio la vuelta para buscar en el botiquín alguna tirita que ponerse, pero algo se lo impidió.

El robot le había agarrado de la manga de la camiseta para impedirle que se fuera, volvió a darle la vuelta para que se quedara de nuevo cara a cara con él. A continuación le agarro la mano donde se había hecho el corte, dejando el dedo herido a la altura de sus ojos.
Sin vacilar, Synyster metió el dedo en su boca.

Se quedó paralizado, completamente, sin poder controlar el violento sonrojo que invadió sus mejillas en ese instante. La boca de Synyster no estaba húmeda ni mojada, tampoco notaba los dientes rozar su dedo, solo notaba un pequeño calor que irradiaba su paladar y su lengua inerte, algo parecido a las ondas caloríferas que emanaba un microondas en funcionamiento. Algo bastante lógico, ya que al fin y al cabo, él era una máquina.

Sacó el dedo de su boca lentamente, sin atreverse a mirarle directamente a los ojos. Notaba sus mejillas ardiendo y como sus labios se apretaban alrededor de sus pircings tensando la mandíbula a causa del nerviosismo.

- ¿Te sigue doliendo? – preguntó el preocupado robot
- No, ya no

El humano se dio la vuelta para buscar una tirita con la que taparse la herida. Synyster le siguió con pasos lentos hacia el baño.

- Perdona si te molestó eso – se disculpó
- No pasa nada – respondió Zacky, rebuscando entre las estanterías del lavabo buscando la caja de tiritas – tú solo imitaste lo que yo hice…
- Pensaba que así te dejaría de doler – le interrumpió

El oji verde paró en su búsqueda de las tiritas, miró curiosamente al otro que se encontraba debajo del marco de la puerta, cabizbajo.

- Sé perfectamente que soy una máquina, que mi piel es sintética y que mi pelo son fibras; que no produzco secreciones ni tengo necesidades, no siento hambre, ni sueño, ni cansancio; que en vez de cerebro tengo un gran disco duro y que en vez de entrañas tengo un motor eléctrico; que en vez de venas tengo cables… que en vez de corazón tengo una tarjeta rematada con cortafuegos.

>> Aun siendo únicamente un montón de chatarra conectada entre sí, creo que empiezo a comprender todo lo que implica ser un humano, todo el dolor que pasa a lo largo de su vida, y como todos los días se convierten en una complicada carrera por sobrevivir y por conseguir despertar a la mañana siguiente. Todo gracias a ti.

>> Por eso me he propuesto a mí mismo que no quiero volver a verte triste, o verte llorar, no quiero que vuelvas a sentir ningún tipo de dolor aún sin yo poder sentirlo. He hecho la promesa de hacerte feliz de cualquier manera, Zacky.

Un incómodo silencio invadió el baño, Zacky se colocó lentamente la tirita alrededor del dedo.

- Gracias… Synyster

El humanoide solo sonrió como nunca lo había hecho antes.